Si queremos que nuestro almacén funcione de forma correcta, agilizando el proceso de distribución a tus clientes, deberemos seguir unas sencillas premisas. En primer lugar, deberemos de tener en cuenta el volumen de ventas que vayamos a recibir, dado que en función de este, deberemos contar con un almacén de mayor o menor tamaño. En almacenes pequeños, es decir, para empresas con pocas ventas, o como almacén secundario, deberemos buscar la mayor funcionalidad posible, aprovechando al máximo nuestro espacio vertical. Para este tipo de estancias, deberemos emplear estanterías de almacén con muchas baldas, siendo cortas por los lados, de tal forma que podamos colocarlas junto a las paredes, distribuyendo de forma eficiente el espacio de nuestro almacén. En cambio, en estancias más grandes, podremos emplear estanterías de almacén de gran tamaño, y buscaremos crear “pasillos” con ellas, organizando de manera funcional el espacio de nuestro almacén, y permitiéndonos encontrar cualquier producto de nuestro stock de forma fácil y rápida.

En esta Guía OLHOM^®, te hemos contado todas las características acerca de las estanterías de almacén. En este apartado, te resumiremos sus factores más representativos, para que no te quede ninguna duda acerca de estas versátiles estanterías.

Si estás buscando la estantería ideal para el almacén de cualquier negocio, estando disponible en una amplia gama de materiales, colores, diseños, formas y acabados, adaptándose a la perfección a la distribución de cualquier almacén gracias a su gran variedad de tamaños, y permitiéndote almacenar todo tipo de productos, contando con modelos con más o menos almacenamiento, en función de tus necesidades, sin duda las estanterías de almacén no podrán faltar en tu negocio.