La historia de estas sillas se remonta al principio del siglo XX. En el año 1918, el arquitecto Charles-Édouard Jeanneret-Gris, quien a partir de la década de 1920 se dio a conocer como Le Corbusier, junto con el artista Amédée Ozenfant, desarrollaron una nueva teoría del diseño y la arquitectura, que consistía en la eliminación de lo innecesario y lo superfluo, definiendo el hogar como una “máquina donde vivir”. Le Corbusier pensaba que remodelando el diseño de estas máquinas, conseguiría acabar con los problemas de hacinamiento que se daban en esos años en las principales ciudades. El primer diseño que realizo Le Corbusier fue el de la silla LC1, que fue presentada en 1928. Consistía en una silla con un respaldo ajustable que permitía elegir al usuario la postura que quisiera. Más adelante, este estilo se popularizo, y aunque muchos de los proyectos del arquitecto francés no fueran acabados, Le Corbusier se convirtió en  la inspiración de multitud de arquitectos en las generaciones posteriores.